La felicidad no depende de lo que pasa a nuestro alrededor sino de lo que pasa dentro de nosotros.
La felicidad se mide por el espíritu con el cuál nos enfrentamos a los problemas de la vida.
La felicidad es un asunto de valentía; ¡es tan fácil sentirse deprimido y desesperado…!
La felicidad es un estado de ánimo; no somos felices en tanto no decidamos serlo.
La felicidad no consiste en hacer siempre lo que queremos; pero sí en querer todo lo que hacemos.
La felicidad nace de nuestro corazón y en nuestro trabajo, y de hacerlo con alegría y entusiasmo.
La felicidad no tiene recetas; cada quien la cocina con el sazón de su propia meditación.
La felicidad no es una posada en el camino sino una forma de caminar por la vida.
Los sufrimientos nos pulen el alma, mientras que las alegrías le dan brillo. Lo que pasa es siempre lo mejor.
Goza mientras vivas, disfruta tu día; vive la vida al máximo; sácale el mejor provecho a lo que posees…
¡Es más tarde de lo que crees!
4 comentarios:
Me ha gustado mucho la entrada.
Interior, todo depende de nuestro interior, es verdad.
Abrazo
Gracias por esta entrada tan estupenda. Muchos besos
que claro lo tienes,coincido totalmente contigo, me alegra que lo trasmitas en tu blog.besoss Mercedes
Gracias a todos por vuestra visita y comentario y a por LA FELICIDAD.
Un beso.
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