sábado, 8 de agosto de 2009

El amor de una madre por sus hijos

EL amor, el incoparable amor de una madre....



El amor a los hijos es instintivo y sin condiciones. Es el único amor que dura para siempre, el que no nos va a defraudar y el que se encuentra disponible y atento en todo momento.Por eso cuando perdemos a nuestros padres aunque ya seamos adultos, la sensación de orfandad nos pega a todos tan fuerte.El amor a los hijos se da por sobre entendido, suele ser a menudo un amor sin manifestaciones evidentes de cariño, amortiguado por la rutina, por lo cotidiano, por la vergüenza de expresar los sentimientos.Los hijos necesitan que los padres le manifiesten su afecto con señales más visibles que su atención, preocupación y apoyo; o sea con palabras, con gestos, con un trato diario afable y respetuoso para poder esperar que ellos cumplan con su rol de hijos.Esto no representa para los padres un signo de debilidad, porque cumplir con el papel de padres afectuosos que expresan su afecto, no incluye dejar de lado su rol, la firmeza de las convicciones ni la disciplina.Existe una expectativa de rol de madre en esta sociedad, que es necesario cumplir pero en forma creativa para favorecer la salud física y mental de los hijos; y que de ninguna manera representa el ideal de madre, que es algo que no existe.La madre tiene a su cargo la protección y el cuidado de los hijos y la función de brindarle su calor y afecto, tarea que es importante que comparta con el padre.El hogar es la contención que necesitan los hijos y los padres tienen que estar dispuestos y atentos.La madre tiene que delegar sus tareas a una persona responsable si trabaja y facilitar la comunicación con ella para decidir sobre las situaciones que necesiten de su intervención y el padre tendrá que cumplir la tarea de autoridad y de sostenedor.

5 comentarios:

Jose Antonio Cabrera Ramirez dijo...

Me gustó tu nueva entrada.
Es tan difícil ser padre en los tiempos que corren.Desde luego que se debe exteriorizar los sentimientos hacia los hijos y a la vez se puede ser estricto cuando sea necesario.
Un saludo

Erase una vez... dijo...

Juani.
Una madre es una madre.......completalo tu misma.

Aun tengo a los dos, pero mi madre, que ni se sostiene ella, sigue sosteniendolo todo, mal, pero para ella bien, y eso es lo que me importa.
Lo que rodea a una "mujer madre", es solo eso, meros rodeos. El centro (ella) es el AMOR.

Un beso

puri dijo...

Me encantó esta entrada dices cosas muy importantes y en las que estoy muy de acuerdo contigo.pasate por mi blog que hay un mimo esperandote.POR QUE TU LO VALES.Un besote enorme.

Poly Vidal dijo...

Hummmmm y de ese amor, del que me brota por los poros, de ese que mi mami me enseñó..y que yo práctico a diario con mis hijitos. éstos que me cierran un ojo y me dicen te adoro...hummm. No hay nada como los hijos y no hay nada como una madre.

Gracias

Anónimo dijo...

el amor hacia los hijos es lo mas puro y limpio ellos son nuestra felicidad