Era la historia de un chico que vivía en un bosque y a lo alto de una montaña estaba una hermosa flor negra. El joven iba todos los días al pie de la montaña para ver la flor, pero el no podía alcanzarla y se decía que nunca lo podría hacer.
Día tras día fue enamorándose de esa hermosa flor pero no lograba llegar a ella y dijo
- Haré lo que sea por que sea mía.
Fue con un brujo para que le diera alas, pero el se negó a dárselas.
Sabia que el nunca podría volar y que si quiere conseguir aquello que ama debería luchar y hasta arriesgar la vida por ello. El joven lo intentaba día a día pero jamás la alcanzaba.
El joven se esforzó demasiado, no comía, no dormía por subir esa montaña. Y cuando llegaba a ella la flor era cada ves mas hermosa y el seguí intentándolo pero no solo era mas hermosa sino que la flor se alejaba mas de el.
Corrió cuesta arriba agonizando y sufriendo, pero no la alcanzaba hasta que dio el último aliento y la consigo, tomo la flor entre sus manos y vio que era la más hermosa que hubiera visto en su vida. Era perfecta, linda y absolutamente bella. Tenía miedo de perderla, así que se quedo con ella en la montaña sin arrancarla, pero un día la flor no estaba. El joven se puso muy triste y no soporto estar sin ella así que salto de la montaña hacia el precipicio, terminando con el tormento de no volver a verla.
Cuando el joven se encontraba agonizando y sufriendo la vio en el suelo a su lado. La flor hablo y fue entonces que apareció una hermosa figura. Se había transformado en una hermosa mujer de nombre Anne y le dijo que el hizo lo que ningún hombre jamás hizo, arriesgo todo por ella cuando muchos no la miraban.
El hombre casi muerto le dijo que la amaba y entonces ella tomando unos de sus pétalos los coloco en su pecho y el joven despertó del sueño.
2 comentarios:
Mermoso relato, con dosis de tristeza que, finalmente, Anne transforma en dulzura.
Me ha gustado.
Cesc
Hola Juani!
no veo ningún mail donde poder explicarte porqué mi blog está en inglés....
Yo no soy inglés, no, soy de aquí. Si quieres, escríbeme a mi correo -está en el blog- y te lo cuento.
Un beso.
Cesc.
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